La Vida

viernes, 31 de julio de 2009

¿CUANTOS AMIGOS VERDADEROS TIENES?


Estos días ando yo reflexionando sobre la amistad; la lealtad y fidelidad dentro de las relaciones humanas...


¿Cuántos amigos verdaderos tenemos?


¿Cuántas personas dicen ser tus amigos, tus hermanos, pero cuando llega la hora de demostrarlo son incapaces de hacerlo?


¿Cuántas personas que dicen ser tus amigos, tus hermanos, ante habladurías, ofensas, injusticias o daños hacia tu persona, son incapaces de dar la cara por ti, de salir en tu defensa?


¿Cuántas personas que dicen ser tus amigos, tus hermanos, que entran a tu casa, a la intimidad de tu hogar, con los que compartes mesa y tu ser, te son verdaderamente fieles en esa amistad, hermandad?


Mi marido dice que cuando entran a su/nuestra casa, nuestro hogar, personas que dicen ser lo que con su hechos, palabras u omisiones, niegan, se siente realmente violado, ultrajado...


¡Cuanto lo comprendo! hace pocos días he tenido la oportunidad de experimentar esa sensación, cuando alguien que se dice amigo, hermano, luego de compartir mesa y mantel, y hablar sobre un hecho, a la hora de despedirse, me dijo "lo siento... lo siento, yo no dije nada, no diré nada sobre esto a "esa" persona". Sí, me he sentido violada en mi propio hogar, traicionada en ese sentimiento para mi tan sagrado que es el de la amistad, hermandad.


Ante hechos como éstos, me pregunto: ¿Quién es más responsable, el que los lleva a cabo o quienes lo permiten?


Esta mañana he encontrado en el blog Inspirando Cambio de Michael Berg, esta maravillosa entrada sobre la verdadera amistad, me ha emocionado y conmovido, así que me he tomado la licencia de traerla aquí para compartirla. Espero que no le moleste; a lo bueno, tenemos todos el derecho y el deber de darle la mayor difusión posible, para que cunda el ejemplo, nada más... y nada menos.




Una Amistad Verdadera


¿Cuántos amigos verdaderos tienes?

El Rav, mi padre, dice con frecuencia que si una persona merece tener un amigo verdadero en toda su vida, posee una gran bendición.

La verdadera amistad es cuando ponemos las necesidades y deseos de nuestro amigo antes que las nuestras, y ellos hacen lo mismo por nosotros. Muchos de nosotros tenemos gente en nuestra vida por la que nos preocupamos y a la que ayudamos… cuando podemos. Pero la pregunta en cuanto a la amistad verdadera es, ¿son más importantes para mí las preocupaciones de esta persona que las mías? Cuando ambos experimentamos la misma necesidad o carencia ¿busco satisfacer la suya antes de satisfacer la mía?

Cuando la respuesta es sí, tenemos una amistad verdadera.

Ciertamente esto no es algo fácil de hacer, siendo el ego como es. Es por ello que mi padre dice que es una gran bendición si podemos tener el mérito de contar con al menos un amigo así en toda nuestra vida.

Es importante entender el poder espiritual de la amistad verdadera. Cuando una persona tiene una relación con otra en este nivel máximo, puede tanto eliminar juicio, como atraer bendiciones a la vida de ambos.

La explicación de esto es que así como actuamos con otros, así la Luz del Creador actúa con nosotros. Cuando en nuestra mente y nuestro corazón estamos dispuestos a dejar ir todo aquello de lo que nos estamos ocupando, y encargarnos de las necesidades de nuestro amigo todo el tiempo, también el Creador deja todo y se ocupa de nuestras necesidades. Como es arriba es abajo.

Llevado esto un paso más lejos, cuando una persona se encuentra en una situación difícil, una de las herramientas que puede usar para salir de ahí, es desarrollar una amistad verdadera con alguna otra persona.

Una de mis historias favoritas para ilustrar este punto es una que mi padre escuchó de su maestro, y que ahora les contaré. En ella descubro Luz nueva cada vez que la comparto.

Había una vez un hombre que vivió cientos de años atrás, que hizo algo por lo que el rey le condenó a muerte. Después de escuchar la sentencia, el hombre se dirigió al rey y le pidió “¿Puedo por favor contar con una semana para poner mis asuntos en orden?”.

El rey le respondió, “Me gustaría concederte este deseo, pero me preocupa que huyas y no regreses para enfrentar tu condena. Si puedes encontrar a alguien que ocupe tu sitio mientras te dejo en libertad por una semana para que te ocupes de arreglar tus asuntos, te dejaré ir. Pero ten en mente que si no vuelves a tiempo para enfrentar tu condena; mataré a tu amigo, aun si llegas un minuto tarde. Sin embargo, si vuelves antes de que pase una semana, la sentencia se llevará a cabo contigo, como se suponía”.

Este hombre acudió a su mejor amigo, a quien había amado desde la niñez, y le preguntó, “¿puedes hacerme este favor? Requiero una semana para arreglar mis asuntos antes de que el rey me sentencie a muerte. Necesito que me sustituyas en la cárcel por una semana y así el rey me permitirá ir”.

Su amigo le respondió, “claro que iré a la cárcel en tu lugar, haría cualquier cosa por ti”.

Pasa una semana y el hombre pone sus asuntos en orden. Pero se demora en el camino de vuelta y llega un poco tarde de regreso a la cárcel. El rey decide, “este hombre no ha cumplido su promesa, así que no tengo más remedio que llevar a cabo la sentencia de muerte en su amigo”. Los guardias acompañan a su amigo a los calabozos para que se prepare para ser ahorcado.

Y entonces el hombre que estaba originalmente sentenciado a muerte empieza a correr hacia los calabozos. “¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy! Se me hizo un poco tarde pero aquí estoy”. Yo fui el sentenciado a muerte así que yo soy el que debe morir. Liberen a mi amigo y pónganme en su lugar”.

Entonces el amigo empieza a gritarle de vuelta, “¡No, pasaron los siete días! De acuerdo con los términos de su contrato, mi amigo no puede ser ejecutado. Ahora soy yo el que se supone que debe morir!”. Y ambos empezaron a alegar por sus casos ante el rey, rogando cada uno por ser ejecutado en lugar de su amigo.

El rey, al ver el amor desinteresado entre estos dos amigos, pidió silencio. “Mi decreto mandaba la muerte de una persona, pero veo que el lazo entre ustedes es tan completo que si llevo a acabo la sentencia estaré matando a dos personas. Por lo tanto me veo forzado a anular mi decreto original. Ambos pueden irse”.

Cuando miras tu vida, ¿puedes identificar una amistad así? Si no, esfuérzate por desarrollar este nivel de preocupación y altruismo dentro de ti. Sé conciente de que cuando desarrollas un lazo así de profundo con otro ser humano, eliminas juicio y abres las puertas a un tremendo flujo de Luz y bendiciones a tu vida.

¡Podamos todos merecer un amigo verdadero!

Michael Berg

(Foto: Corazón de patata)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

para ambos hombres, si uno de los dos hubiera muerto por no levantar la voz su amigo, la vida después no tendría sentido

a la vida le da sentido decir yo muero en tu lugar cuando el destino trae la oportunidad de hacerlo

aapayés dijo...

La vida. el amor en la amistad sincera , la entrega a veces con la vida misma..

Saludos fraternos
Un abrazo

Buen fin de semana

Carla. dijo...

Si vale mi compañero de vida, si. El es el único por el que daría la vida. No he encontrado otro amigo así. Debo ser yo.
Un abrazo enoooorme.

thot dijo...

Qué preciosa historia. Me ha llegado a emocionar porque yo creía tener en mi pareja alguien así....
Tengo amigos increibles y alguno de ellos llegaría a ese extremo, estoy seguro, luego me puedo considerar afortunado (espero no estar equivocado !!!)

Un besazo.

Silvia García dijo...

Querida María
Tengo muy pocos amigos, y de ellos, no creo que haya quién dé la vida por mí,yo tampoco lo permitiría, jamás me atrevería a pedirlo, si, es probable que yo esté dispuesta a hacerlo por otro, más que nada por alguién muy cercano a mí como dice okaza, por ahí mi pareja.
De todas maneras son casos extremos de vida o muerte.
Tuve desde la infancia una amiga entrañable, nos amábamos, poco tiempo después de recibir una carta suya donde decía que estaba felíz con su marido y su hija de cuatro años,se mató de un tiro en el estómago.

Abrazos desde el alma
Silvia

Patricia dijo...

Querida amiga, hay todo tipo de personas regadas como flores y hierva por el mundo de Dios, una vez me lastimo el proceder de una persona que crei era mi amigo, pero con le perdone y pedi a Dios le bendeciera.
Tu historia me encanto, es el tipo de amistad que yo desearia tener y quizas la tengo, un amigo que reemplaza en la carcel y una desicion del rey tan sabia, un poco me recuerda la historia de Arjuna y el amor de su hermano.
Se que estamos distanciadas y que no podemos sentarnos a tomar un te a charlar como quisiera pero aun asi virtualmente te considero una amiga, por eso tengo un regalito para ti en mi blog.
Gracias por ser tan linda,
besitos, feliz semana!

Sergio dijo...

Hay María que hermoso post nos regalas sobre la amistad, visto así como lo plantea Michael te tendré que decir que no he tenido ningún amigo así y creo también tener que decirte que no he sido amigo de ese calibre de nadie, te soy sincero.

Ya de acuerdo a mi particular acepción de la amistad, te diré que sólo tengo tres y son mujeres, tres mujeres entrañables para mí, las adoro como amigas, pero no creo que pudiera hacer lo que cuenta en la anécdota Michael.

Las quiero y me quieren, nos buscamos y ayudamos, convivimos momentos agradables de vez en cuando comemos juntos, tomando en cuenta que cada uno de nosotros trabaja en lugares diferentes y tenemos una familia que atender te puedo decir que buscamos la forma de reunirnos y compartir nuestras vidas.

Tuve un tío al que quise mucho desde pequeño, él era 14 años mayor que yo, te puedo decir que ha sido mi mejor amigo en la vida, con él conviví mucho, pasamos semanas enteras en la playa (le encantaba la pesca). Vivíamos en ciudades distantes 300 kilómetros pero cada que podía acudía a donde él vivía y nos pasábamos momentos muy agradables, quería mucho a mi familia y mi familia lo adoraba, pero ya se me fue para siempre hace dos años, así es que puedo decirte que no tengo amigos hombres.

Sinceramente María he desarrollado más lazos de amistad en la red de Internet que en la vida real, hay tantas personas aquí tan hermosas que te enamoras de ellas, hubo una que cerro su blog y me dejo tristeza como si hubiera perdido un amigo de la vida real. Por eso les digo a los blog que quiero que no se vayan a ir por favor y uno de esos blog que quiero y mucho es el tuyo.

Un abrazo María

Anónimo dijo...

me emociono la historia porque no hay muchas personas en este mundo que valgan las penas y ese amigo si valia la pena porque realmente demostro ser ALGUIEN , una verdadera PERSONA Y AMIGO y eso es muy valorable. sinceramente yo tengo muchas amigas pero solo a una la concidero verdadera y le agrasdesco todo lo que me ayudo porque si ella no estubiese aca conmigo yo estaria sola , y es la AMIGA MAS IMPORTANTE QUE TENGO y hoy me di cuenta de que es lo mejor que me paso haberla conocido (L) y la amo MUCHISIMO