¿ERES UN HÉROE POR SER FELIZ?

Desde hace algún tiempo vengo observando y últimamente con más claridad que a alguna gente no le gusta que seas feliz. Pareciera que les molestara. Quizás porque ellos no lo son, porque son incapaces de serlo, porque no saben o no quieren saber, o yo que sé...

Esto me hace reflexionar, intentar comprender... ¿Por qué? ¿Por qué Señor sucede esto? Y como siempre, la respuesta llega, no puede no llegar cuando pedimos con fe; "pedid y se os dará" ¿recordáis?

Anoche me acosté con ese pensamiento, ese sentimiento de estar molestando por ser feliz, y esta mañana al despertar, me "tropiezo" con un librito de Osho "Tónico para el Alma" que vino de regalo con alguna revista que compré hace algún tiempo y que confieso no haber leído, sólo ojeado... Pues eso, que me "tropiezo" con el librito y se me abre por la página 129 donde habla sobre la felicidad ¿felicidad? y la tristeza... Vaya... me digo a mi misma, qué casualidad ¿casualidad? ¿sería esa la respuesta a mi pregunta-petición? y claro, me dispuse a leer...

Pues mira, sí, según explica Osho, a la mayoría de las personas parece que les molesta que otro, el que sea, sea feliz, y explica muy clarito el por qué, y como él lo hace muy bien, lo voy a transcribir, pero antes, quisiera compartir con vosotros esta hermosa canción de Il Divo "Heroe"
junto con la letra para que podáis leerla mientras cantan, ya que viene muy al caso:





Como un libro que no sabes el final, y te asusta lo que lees; así la vida es.

Cuando naces, ya te expones al dolor y de a poco y con valor logras crecer.

Y como un libro, el corazón nos enseña que hay temor, que hay fracasos y maldad, que hay batallas que ganar.

Y en cada página el amor, nos convierte en luchador.

Y descubres lo común, no hay un héroe como tu.

Son muy pocos los que se arriesgan por amor, pero tu tienes la fe, y eso lo es todo.

No decaigas, que vivir es aprender, y no hay nada que temer si crees en ti.

Y como un libro, el corazón nos enseña que hay temor, que hay fracasos y maldad, que hay batallas que ganar.

Y en cada página el amor, nos convierte en luchador.

Y descubres lo común, no hay un héroe como tu.

Solo Dios sabe donde y cuando la vida nos dirá: Lo has hecho bien, solo como en un sueño, sólo sabrás, sabrás todo, ten fe.

Y como un libro, el corazón nos enseña que hay temor, que hay fracasos y maldad, que hay batallas que ganar.

Y en cada página el amor, nos convierte en luchador.

Y descubres lo común, no hay un héroe como tu.

Ahora el texto:

"La tristeza puede darte muchas cosas que la felicidad no puede. De hecho, la felicidad te quita mucho. Te quita todo lo que siempre has tenido, lo que siempre has sido. ¡La felicidad destruye! La tristeza nutre tu ego y la felicidad es básicamente un estado de ausencia de ego.

Ése es el problema, el verdadero meollo del asunto. Es por eso por lo que la gente encuentra muy difícil ser feliz. Es por eso por lo que millones de personas en el mundo han decidido vivir en la tristeza. Te da un ego muy, muy cristalizado. Miserable, eres. Feliz, no eres. En la tristeza hay cristalización; en la felicidad te vuelves difuso. Si se entiende esto, las cosas se vuelven muy claras.

La tristeza te vuelve especial. La felicidad es un fenómeno universal, no tiene nada de especial. Los árboles son felices y la bestias son felices y los pájaros son felices. Toda la existencia es feliz excepto el hombre. Al estar triste, el hombre se vuelve muy especial, extraordinario.

La tristeza te permite atraer la atención de la gente. Siempre que estás triste tienes atención, te tratan amablemente, te quieren. Todos empiezan a cuidarte. ¿Quién quiere lastimar a una persona desdichada? ¿Quién siente celos de una persona desdichada? ¿Quién quiere estar en contra de una persona desdichada? Sería demasiado vil.

La persona triste es cuidada, querida, atendida. Todos están a su alrededor, preocupados por él; eso reconforta mucho. Uno siente que no está solo, que tiene familia, amigos.

Cuando estás enfermo, deprimido y triste, tus amigos van a visitarte, a confortarte y a consolarte. Cuando eres feliz, esos mismos amigos sienten celos de ti. Cuando realmente seas feliz, encontrarás que todo el mundo está en tu contra.

A nadie le gusta una persona feliz, pues hiere el ego de los demás. Los demás empiezan a sentir: "Te has vuelto feliz y nosotros seguimos arrastrándonos en la oscuridad, la desolación y el infierno. ¡Cómo te atreves a ser feliz cuando todos nosotros estamos con este dolor!".

Por supuesto, el mundo está compuesto por gente desdichada y nadie es lo suficientemente valiente para dejar que el mundo se ponga en su contra; es demasiado peligroso y arriesgado. Es mejor colgarte de la tristeza que te mantiene siendo parte de la multitud. Sé feliz y serás un individuo; si eres desdichado, serás parte de una multitud: hinduista, mahometana, cristiana, india, árabe, japonesa.

¿Feliz? ¿Sabes lo que es la felicidad? ¿Es hinduista, cristiana, mahometana? La felicidad es simplemente felicidad.

Cuando eres realmente feliz empiezas a adentrarte en lo trascendental. No es social, no es tradicional, no tiene nada que ver con la mente humana.

Simplemente observa tu infelicidad, mírala y serás capaz de encontrar las razones de que exista. Entonces observa los momentos en los que de vez en cuando te permites el gozo de estar alegre y ve qué diferencias hay. Te darás cuenta de que cuando estás triste eres un conformista. La sociedad te ama, la gente te respeta, incluso puedes llegar a convertirte en un santo, pues los santos están tristes. La tristeza la llevan profundamente escrita en el rostro, en la mirada.

Observa tu tristeza y encontrarás que hay ciertas cosas fundamentales. Primera: te hace respetable. La gente se muestra más amable hacia ti, más simpática. Tendrás más amigos si estás triste. Es un mundo muy extraño, hay algo básico que está mal. No debería ser así; una persona feliz debería tener más amigos. Pero vuélvete feliz y la gente sentirá celos de ti, ya no serán amables. Esto es porque se sienten traicionados; tienes algo que ellos no pueden conseguir. ¿Por qué eres feliz? Entonces, a través de las diferentes épocas de la historia hemos aprendido un mecanismo sutil: reprimir la felicidad y expresar la tristeza. Se ha convertido en nuestra segunda naturaleza.

Debes deshacerte de ese mecanismo. Aprende a ser feliz y a respetar a la gente feliz, aprende a prestar más atención a la gente feliz, recuérdalo. Éste es un gran servicio a la humanidad no seas demasiado amable con la gente que está triste. Si alguien lo está, ayúdalo, pero no seas demasiado amable. No le des la idea de que la infelicidad es valiosa. Déjale muy claro que lo ayudas pero no por respeto, sino simplemente porque esta triste. No estás haciendo nada sino tratar de sacar a un hombre de su tristeza, pues la tristeza es desagradable. Permite que la persona sienta que la desolación es así, que estar desolado no es algo virtuoso, que no le está haciendo un gran servicio a la humanidad.

Sé feliz, respeta la felicidad y ayuda a la gente a entender que la felicidad es la meta de la vida: satchitanand. Los místicos de Oriente han dicho que Dios tiene tres cualidades. Es sat: verdad, ser. Es chit: conciencia. Y, a fin de cuentas, el punto más alto es anand: felicidad. Donde quiera que esté la felicidad, está Dios. Siempre que veas a una persona feliz, respétala; es santa. Cada vez que sientas que una reunión es alegre, festiva, piensa en ella como en un lugar sagrado".

Pues ya veis, según esto ser feliz no es fácil, no... aún con todo os digo: ¡Sed felices! ¡Seamos felices! ¡Merece la dicha!

(Foto: Puesta de sol en Alcabre, regalo de Ana del Pozo Corbeira)