La Vida

viernes, 30 de octubre de 2009

OM MANI PADME HUM (El mantra de la compasión)





El Mantra de la Compasión, encarna la compasión y la bendición de todos los budas y bodisatvas, e invoca en especial la bendición de Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión. Avalokiteshvara es una manifestación del Buda en la Sambhogakaya, y su mantra se considera la esencia de la compasión de Buda hacia todos los seres.



Cada flor es una expresión de la sonrisa de Dios
y revela con su fragancia la oculta presencia Divina
(Paramahansa Yogananda)

Foto: Flores de Melgaço de Ana del Pozo Corbeira

jueves, 29 de octubre de 2009

A ETIOPÍA POR UNA SONRISA (Koldo Aldai)


A Etiopía por una sonrisa
Caravana de la sanación en África (Octubre 2009)

Cada quien va dejando trozos de sí por los caminos de este mundo. A veces esos senderos son áridos y polvorientos y la demanda de entrega sacude el alma. La vida es intercambio y éste se hace más intenso en los viajes lejanos, hollando páramos urgidos, entre l@s herman@s más necesitad@s… Dejas y tomas, porque te dan una mano pequeña, sudorosa y manchada y su calor fraterno te sigue acompañando, explotan delante sonrisas que se graban en la retina y ahí se quedan por siempre.

Bendigo a los pies de la sierra de Urbasa estos mágicos caminos entre hayas que comienzan a desnudarse, entre encinas que mantienen su verde orgullo, la suerte de poderosas montañas que acunan estos días ya cortos, estos recuerdos vivos…; pero ahora bendigo también aquellas lejanas acacias regalando sombra en la inmensa y árida sabana africana. En sus poblados de barro y ramas, en sus oscuras y austeras cabañas circulares, allí encontramos también a nuestros herman@s.

Su suerte es nuestra suerte. Ha llovido poco cuando tocaba que la tierra se empapara y el hambre galopa de nuevo desde una guarida que aún en el siglo XXI no hemos tapiado. Nosotros huimos en un confortable avión y ellos se quedaron mirando el cielo y sus nubes tacañas con el agua. Somos una misma familia humana. Sólo nos resta unir nuestra suerte, nuestras nubes, nuestros destinos. Llenemos sus despensas cuando las nubes no ceden su agua, sembremos pozos donde su tierra se agrieta…

Caravana de sanación
Viajamos con un equipo multidisciplinar con médicos, enfermero, odontóloga, maestras y expertos en agricultura biológica, en el marco de lo que se ha venido a denominar la “Caravana de sanación” en África. Se trata de un proyecto de la Fundación VíaSer Europa (www.sintergeticanet.com) que lidera el doctor Jorge Carvajal y que está a su vez vinculada a Fundación Ananta (www.fundacionananta.org)

Al hermano Javier León y servidor como no sabemos ni sacar muelas, ni sanar calamidades y de plantas conocemos lo justo para admirarlas y disfrutarlas, nos tocó literalmente hacer el payaso. Vive Dios que nos preparamos con ahínco antes de volar. Una vez allí y a falta de profesionalidad, sólo nos quedaba emplearnos en cuerpo y alma.

Tres grupos tres destinos
Colombianos, chilenos, venezolano y españoles volábamos a Etiopía con el deseo de abrir un puente permanente y fluido de solidaridad con esta geografía sufriente. El equipo, conformado por 20 voluntarios, nos dividimos en tres zonas: Wukro a 800 kms. al Norte de Adis Abbeba donde trabaja Angel Olarán (www.angelolaran.com), la propia capital Adis Abeba y la misión salesiana de Zway (http://zwayetiopia.wordpress.com) a 163 kms. al Sur de la capital.

En Wukro se volcaron en el apoyo de la amplia labor que en el ámbito de la educación, la salud, la profesionalización de los jóvenes, la atención a la mujer, la agricultura…, desde hace décadas desarrolla el sacerdote guipuzcoano. A la donación de medicamentos, se sumó el asesoramiento en los cultivos y la sanación de los enfermos. En ese marco muy abierto y autogestionado hallaron una entrañable acogida. Se establecieron unos lazos humanos que posibilitarán una colaboración futura.

En Adis Abeba el grupo, en el cual se encontraba Jorge, se centró en las gestiones con diversas ONGs, con misiones católicas, con la cooperación oficial española, así como con cooperantes con experiencia dilatada sobre el terreno, de forma que el flujo solidario a este país desde VíaSer se pueda establecer en un próximo futuro de forma continuada.

Nuestro grupo lo integraban cuatro médicos, un enfermero, la odontóloga, las maestras, el reportero y los payasos y desembarcamos en la misión de Zway el pasado día 19 de Octubre. Cada quien cumplió con su cometido. Las manos desplegaron todo su potencial sanador sobre los cuerpos castigados por las carencias, la falta de higiene y las enfermedades, haciendo frente a todo tipo de patologías nutricionales e infecciosas. La dentista y el enfermero se pusieron a abrir bocas y más bocas extrayendo muelas castigadas, combatiendo caries, acallando como pudieron dolores antiguos...

En cuanto a las maestras, una de ellas, grabadora en mano, exploraba la herencia cultural de la zona, la otra revelaba a los colegas del colegio la magia de los “mandalas”. Los técnicos agrícolas, que llegaron más tarde desde Wukro, compartieron allí también pautas como el enterramiento en las huertas de carbón, con la finalidad de obtener más frutos de la madre tierra, sin envenenarla con productos químicos.

Payasos en el África profunda
A la mañana siguiente las hermanas ya habían dispuesto las primeras actuaciones para los payasos. Ya en plena faena circense, las miradas interpelantes de los pequeños nos comenzaron a contar sus testimonios de promesa y dolor. Hubiéramos querido detener el tiempo al cruzarnos con cada una de las cientos y cientos de miradas de niños para los que actuamos en un total de catorce sesiones. Hubiéramos querido ahondar en ese misterio insondable de la esperanza siempre renovada que ell@s como nadie encarnan. Hubiéramos querido emborracharnos con la luz tremenda, casi infinita, de sus ojos. Hubiéramos querido contagiar hasta la última de nuestras células de esa risa desbordante, inocente y genuina, que triunfaba sobre la fatalidad circundante. Sin embargo no fue posible. Todo fue en dosis homeopáticas, sin riesgo de borrachera. Todo fue muy rápido en Zway, en el colegio Mary Help donde las hermanas acogen a más de 2000 alumnos de primaria y secundaria. Para todos ellos hicimos la función de breves y ruidosos sketchs que duraban aproximadamente una hora.

Fue fugaz la farándula por esa geografía urgida, pero también lo suficiente para tomar conciencia del heroísmo humano de quienes, como las hermanas, allí todo lo entregan, de quienes han unido sus días a los más pobres entre los pobres. Ellas son quienes posibilitan un rumbo de esperanza a los hijos de los últimos de la tierra.

Oasis de paz y auxilio
Será difícil olvidar a las hermanas en su avanzada edad haciendo gimnasia vestidas con sus hábitos delante de cientos de niños, preocupándose para que las madres y los más pequeños tomen su imprescindible ración de alimento, será difícil olvidar semejante testimonio de donación y entrega…

La Misión de las hermanas constituye todo un oasis en medio de un duro entorno, concretamente en un extremo de la ciudad de Zway de 62.000 habitantes. Apenas un muro separaba dos mundos absolutamente diferentes. Intramuros agua, faffa (papilla de cereales) y paz. Extramuros un panorama marrón de polvo y subsistencia, de hambre y privaciones. Intramuros armonía, flores y jardines, fuera caos unido a la aridez de un clima seco. Por eso se agolpaban desde primera hora de la mañana las mujeres con sus criaturas junto a la gran puerta de hierro de las hermanas. Ningún lamento en esa también heroica presencia de las madres con hijos hambrientos. Silencio y paciente espera. Ya dentro de la Misión agua para sus tinajas, papilla para sus estómagos vacíos y asistencia médica para sus cuerpos castigados.

En lo que a nuestro trabajo se refiere, la nariz roja y el traje de clown eran ya motivo de gran fiesta. Poco había que añadir para contribuir al jolgorio colectivo. El espectáculo funcionó muy bien con los más pequeños y medianos, pero no terminó de cuajar entre los adolescentes de entre 14 y 16 años. Marcaban distancia con esos chalados que se tiraban por el suelo, se echaban agua y además cantaban unas locas y extrañas canciones. Los payasos caían, se magullaban, quedaban extenuados tras jornadas de hasta cuatro actuaciones, pero el gozo interno de prender sonrisas superaba todos los inconvenientes. Rendidos físicamente por dentro, les asistía una suerte de inmensa satisfacción ante tantos rostros iluminados.

Los avatares de Kili-kili y Kolo-kolo culminaban con cantos del cantoral africano-scout (Yamboo, Arransamasam…) y el ritual de pintar la nariz de rojo a todos los presentes. Todos mutábamos en payasos en medio de esa fiesta sin fronteras. Quisimos añadir cantos y coreografías de Frinhord y de Danzas de Paz Universal, pero el grado de excitación de los pequeños y las dificultades de comunicación lo hicieron imposible.

A las diez actuaciones en la escuela “Mary Help” de las hermanas se sumó la que realizamos en el poblado de Germana. En medio de la aldea de cabañas de adobe, ramas y paja no hubo palabras, sino sencilla comunión humana, encuentro entre dos mundos también diferentes. Entre el marrón de esas sencillas edificaciones se colaron nuestros trajes de colores. Sólo movimientos, sonidos… y una enorme explosión de alegría. Ver saltar con nosotros a los abuelos superó todas las previsiones. Unos bastón, otros lanza en mano, sus botes torpes en un intento desesperado de unirse a nuestros ritmos, fue emocionante. En medio del éxtasis colectivo se acercó un nativo adulto y muy malhumorado. Al instante detuvimos la actuación. El malestar del hombre se debía a que los chavales habían abandonado todo el ganado por acercarse a nosotros.

Perdidos en un poblado del África profunda pudimos felices constatar como el amor y una de sus manifestaciones, la risa genuina, es capaz de vencer todos los abismos, en este caso culturales. Nos tocaban, cogían, arrastraban… y llegada la hora de partir se ponían a correr como locos cientos de metros tras el vehículo.

Aun en medio de una pobreza extrema, esa población era una de las afortunadas. Allí habían subvencionado las hermanas pozo y comenzado a tender una sencilla línea eléctrica
.

Colaboración
La zona de Zway pertenece a la región de Rift Valey. En toda esta geografía entre Junio y Agosto, único tiempo de lluvias, se afanan por sembrar los campos. La esperanza de vida viene del cielo y del agua que éste arroje. Los estómagos satisfechos dependen de que las semillas puedan arraigar bien en esos meses. A veces la lluvia no es regular o se detiene antes de la hora y los graneros no se llenan… En estos meses ha llovido poco en Rift Valey y la hambruna amenaza. Para que no sean las caprichosas nubes quienes deciden sobre la vida, las hermanas han mirado a la tierra y sembrado un total de 13 pozos. De esta forma van consiguiendo no condicionar la vida a las lluvias. Desde aquí también podemos ayudar a la siembra de pozos, a los programas de nutrición, a la educación de los más de 2000 niños y adolescentes que tienen en su responsabilidad estas hermanas. He aquí su número de cuenta:

Commercial Bank of Ethiopia,
for Salesian Sisters of Zway, P.O. Box 112, Zway, Ethiopia
N. 01704 / 172885 / 00 - Código SWIFT CBETETAA

Más info:
http://zwayetiopia.wordpress.com/

Hogar de las Hermanas de la Caridad
Ya de vuelta en Adis Abeba, hicimos visita, actuación incluida, al hogar de acogida de la Asociación Cielo 133 (www.cielo133.es). Placer de abrazo con las cocineras, las baby-sister y las encargadas del hogar que habían tenido la gentileza de acogernos en nuestro anterior viaje en Navidades.

Nuestra gira se completó con la visita al hogar de las Hermanas de la Caridad (Orden de la Madre Teresa de Calcuta) en la capital etíope. No deseo describir cuadros humanos lacerantes, que por lo demás allí abundan, sino volver a cantar la nobleza humana. Las hermanas acogen en sus diferentes pabellones a quienes ya nadie quiere. Los leprosos, enfermos de tuberculosis, de sida, los moribundos… encuentran allí cama, plato y cariño sin necesidad de presentar nada. No he visto en mi vida tamaña abnegación y renuncia como la de esas hermanas. Entramos y salimos a las dos horas largas. Espoleados por el ejemplo de las hermanas allí lo dimos todo. También era la última actuación. Hubo que trabajar a pleno sol y rodar, bien es verdad que felices, por un suelo de duro cemento, pero la acogida de niños y mayores fue fenomenal.

Llenar sus graneros
Dice bellamente mi entrañable hermano y extraordinario compañero saltibanqui, Kili Kili (Javier León) a propósito de los chavales del poblado, en su blog (http://editorseneca.blogspot.com), donde por cierto podréis encontrar abundante información escrita y gráfica del viaje: “Que la sabana les abrace por siempre…”. La sabana y el Cielo porque
van a necesitar también ayuda de otro orden para poder salir adelante.

Pronto los quehaceres diarios, las tareas siempre urgentes ante la pantalla irán difuminando el recuerdo de este segundo viaje a Etiopía. Volvemos a las comodidades de nuestro mundo. Pulsamos un botón y hay luz, giramos una rueda y hay fuego en la cocina, abrimos un grifo y resulta que hay agua, arrancamos un motor y nos colocamos donde deseamos. Al pasear este otoño provocadoramente bello, al disfrutar de esta suerte de tanta comodidad, me asalta la memoria de quienes no tienen botón de luz, ni grifo de agua, ni mando de fuego, ni motor de vehículo... La memoria retorna a quienes no tienen nada entre el cielo y la tierra. Si finalmente la cosecha no alcanza, recurrirán a los higos chumbos, saldrán a la caza de los insectos que maten el hambre.

En mitad de nuestro otoño abundante de falsa crisis, unamos nuestra suerte a la suya, llenemos sus graneros. En mitad de un tiempo tan difícil, como apasionante y definitivo, a la vuelta de los errores de los unos y los otros, al término de una historia cargada de confrontación y equívocos, sumemos África a nuestro futuro. Construyamos ahora sí una sola y fraterna humanidad.

Koldo

Gracias

EN COMUNIÓN

Muy cerca de Madrid, subimos a la montaña, todavía de noche. Vamos callados, un poco soñolientos. Es sábado 17 de octubre.

Al llegar ya está amaneciendo y empezamos la subida por el camino forestal. Caminamos a distinto ritmo, y entre los tres se abren pequeñas distancias. Avanzamos en paralelo al río que baja de la montaña, con fuerza y ruido, con su rumor casi de mar que nos refresca y nos despierta. El aire está limpio y nuestros pulmones se llenan de jara, de pinos. La temperatura es de dos grados, pero enseguida entramos en calor según andamos con fuerza.

Tomamos el pequeño camino a la izquierda, entre pinos altos, que nos aleja del río, que poco a poco es solo un murmullo lejano. El sol entra ya por el bosque, y ilumina esto y aquello dando vida y matices a lo que antes parecía oscuro y sin forma. Los colores se suceden y es como si nos quisieran dar muchos mensajes cambiando la cara de todo cuanto vemos.


Vamos en silencio, cada uno con sus pensamientos, pero intuyo que nos acompañan otras criaturas que también van en silencio, arropándonos casi perceptiblemente. Son los seres invisibles del bosque que algunas personas pueden ver (las de corazón limpio). En este silencio nos sentimos en comunión y no hacen falta las palabras. Nos paramos los tres a la vez y permanecemos muy callados. ¡Qué maravilla!, comentamos con la mirada. Los ojos sonríen. Es un silencio tan completo que casi nos habla, interrumpido aquí y allá por algún ruido del bosque.

Desde el mirador de Las Canchas se ve muy bien Madrid, 50 kilómetros allá, un poco a la derecha. Está medio cubierto por nubes, pero se ven bien las cuatro torres y algunos otros edificios altos. Por encima de la ciudad hay una capa marrón de contaminación, bien visible desde aquí. ¿Cuánto de esa polución es el humo de los coches y cuánto nuestro pensar? La mirada se extiende más allá, e imagino el mar unos cientos de kilómetros hacia el oriente.

Ya estamos bajando, y nos sentimos livianos y fuertes. La naturaleza ha obrado en mi, pienso, y me encuentro en calma, en armonía, renovado. Me vienen a la mente las palabras de Borges que leí por primera vez en 1976, de chaval: “me sentí, por un momento indeterminado, percibidor abstracto del mundo: el vago y vivo campo, la luna, los restos de la tarde, obraron en mi… La tarde era íntima, infinita. El camino bajaba y se bifurcaba, entre las ya confusas praderas… Pensé que un hombre puede ser enemigo de otros hombres, de otros momentos de otros hombres, pero no de un país: no de luciérnagas, palabras, jardines, cursos de agua, ponientes”.

Volvemos a encontrarnos con el río, y el curso del agua que baja precipitadamente nos ensordece un poco. Nos dice Aïvanhov que la Creación nos habla. Y es verdad, pienso yo, que nos habla en el amanecer, en el anochecer, en el silencio; en el sonido del viento, en la algarabía de los pájaros, en el rumor del agua, de este agua que baja por aquí con nosotros. Nos habla permanentemente, a veces con mucha sutileza, nos saluda, nos hace señales… que no vemos porque estamos centrados en otros saludos, en otras señales (la mayoría de las veces en nuestros propios ruidos).

Pero, si, existe un mundo inmenso, maravilloso, al que también podemos acceder, y que llenará nuestro depósito de fuerza cada vez que entremos. Podemos elegir estar en ese mundo un minuto, una hora, o todo el día… Cuanto más lo frecuentemos, cuanto más permanezcamos en él, más entenderemos la relación entre nuestro espíritu y la materia en la que se manifiesta, en la que nos manifestamos. Aquí están sus palabras:

"Para que la Creación os hable, esté viva y llena de significado para vosotros, debéis aprender su idioma. Toda vuestra existencia debe dirigirse hacia este fin: entrar en comunicación con la naturaleza y sus habitantes. Habitantes, hay en todas partes: en el agua, el aire, la tierra, el fuego, las montañas, los árboles, el sol, las estrellas... ¡en todas partes! Y nos saludan, nos hacen señales. Pero, ¿quién los ve?

Y ¿quién ve asimismo que la naturaleza es una sustancia luminosa surcada por unos rayos de los que ningún idioma puede describir su belleza y sus colores?... Para que os acepten estos habitantes, para que os socorran y os sostengan, preparaos a entrar en este mundo inmenso con vuestra atención, vuestra comprensión y vuestro amor. Ya vivís en este mundo, camináis por él, pero todavía debéis abrirlo a vuestra conciencia, quitar el velo que os impide verlo”.

Ya estamos llegando abajo y veo que mis hijos siguen callados pero felices, con expresión cómplice. La mañana, la magia, la naturaleza, han obrado en nosotros. Hemos estado en comunión en esta mañana preciosa, una mañana cualquiera donde hemos estado atentos y desde esa atención hemos recibido los regalos de la vida.

Volvemos a casa muy agradecidos.


Joaquín Tamames
26 de octubre de 2009




Escritos por un mundo mejor- Fundación Ananta
Al despertar, bendecid vuestra jornada, porque

desborda ya de una abundancia de bienes que

vuestras bendiciones harán aparecer. Porque

bendecir significa reconocer el bien infinito que

forma parte integrante de la trama misma del

universo. Ese bien lo único que espera es una

señal nuestra para poder manifestarse.

Del libro El arte de bendecir de Pierre Pradervand





miércoles, 28 de octubre de 2009

RISAS EN ETIOPIA


La risa es algo maravilloso ¿verdad?
Este cuento deseo dedicarlo a dos personas estupendas y de espíritu extraordinariamente generoso. Ellos son Koldo Aldai de Fundación Ananta y Javier León de Editorial Séneca que han estado en Etiopía hace unos días con la intención de llevar un poco de risas y alegría a aquellos que pudieran necesitarlo. Como equipaje entre otras cosas, unas narizotas rojas de payaso, grandes gafas, y... amor, muchísimo amor.

El objetivo ha sido feliz y ampliamente cumplido a juzgar por el maravilloso y emotivo reportaje que nos comparte Javier León (pinchar para verlo en su blog)

Me siento orgullosa de saber que hay personas así en el mundo. Gracias, mil gracias Koldo y Javier, este cuento va para vosotros...


He oído hablar de tres místicos chinos. Nadie sabe sus nombres, y nadie los supo nunca. Se les conocía únicamente como los «Tres Santos Rientes», porque nunca hacían nada más; simplemente se reían.

Estas tres personas eran realmente hermosas: se reían, y su vientre temblaba. Su risa era contagiosa y los que la oían también se ponían a reír. Todo el mercado se ponía a reír. Cuando unos minutos antes había sido un lugar feo, donde la gente sólo pensaba en el dinero, de repente llegaban los tres locos y cambiaban todo el ambiente. La gente olvidaba lo que había venido a comprar y a vender. A nadie le importaba la avaricia. Durante unos segundos se abría un nuevo mundo.

Se movían por toda la China, de un lugar a otro, de pueblo en pueblo, ayudando a la gente a reír. La gente triste, la gente enfadada, la gente avarienta, la gente celosa: todos se ponían a reír con ellos. Y muchos se daban cuenta de la clave: puedes ser transformado.

Entonces ocurrió que, en uno de los pueblos, uno de ellos murió. La gente del pueblo se reunió y dijo: —Ahora habrá problemas. Ahora veremos si se siguen riendo. Su amigo ha muerto; deben ponerse a llorar.

Pero cuando llegaron, los dos estaban danzando, riéndose y celebrando la muerte. La gente del pueblo dijo: —Esto es demasiado. Cuando una persona muere, reírse y danzar es profano.

—Toda la vida nos hemos reído con él —dijeron ellos—, ¿cómo vamos a despedirle con otra cosa? Tenemos que reírnos, que disfrutar, que celebrar. Éste es el único adiós posible para un hombre que se ha reído toda su vida. No nos parece que esté muerto. ¿Cómo puede morir la risa, cómo puede morir la vida?

Entonces había que quemar el cuerpo y la gente del pueblo dijo: —Le bañaremos como prescribe el ritual. Pero sus amigos contestaron: —No, nuestro amigo ha dicho: «No realicéis ningún ritual, no me cambiéis de ropa ni me deis un baño. Simplemente ponedme en la pira tal como estoy». Tenemos que seguir sus instrucciones.

Y entonces, de repente, se fraguó un gran acontecimiento. Cuando el cuerpo se puso al fuego, el anciano realizó su último truco. Había ocultado muchos cohetes y fuegos artificiales bajo su ropa y ¡de repente hubo un festival! Todo el pueblo se puso a reír. Los dos amigos locos se pusieron a danzar y todo el pueblo les siguió.

No era una muerte, era una nueva vida.
Autor: Lo desconozco
Foto: Obtenida en Internet
Sonríe cada mañana porque Dios se ha despertado antes que tú y ha colgado el sol en tus ventanas.

¡Buen día!




domingo, 25 de octubre de 2009

CADA BEBÉ CON SU CANCIÓN


Ya casi hace una semana que no salgo de casa, estoy con faringitis y un resfriado en toda regla- cualquiera dice hoy que esta con gripe, lo mismo te agarran, te aislan, o lo que es peor ¡te vacunan! Yo con Homeopatía y mis remedios caseros: miel ecológica de las abejas de mi sobrino Alex, vitaminas de las frutas y mucho líquido, además de camita y buenos cuidados, me apaño bastante bien, así que ya estoy se diría en fase de remisión. Bueno, pues a ratos he estado navegando por "el internet" para pasar el tiempo, y como casi siempre me he encontrado con cosas muy interesantes, entre otras, el texto que os comparto. Me ha conmovido por muchas razones, por su belleza, sensibilidad y porque me recuerda mis cantos...

¿Cómo es posible? me dije, yo nada sabía de la existencia de esa tribu ni de sus ritos... ¿Me vendrá de ahí esa devoción por el canto desde el alma, sobre todo para los bebés? ¿El impulso de avivar recuerdos? ¡Quien sabe!


TEXTO DE TOLBA PHANEM: MUJER, POETISA, AFRICANA, DEFENSORA DE LOS DERECHOS CIVILES DE LAS MUJERES AFRICANAS.
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño.

Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito.

Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción.

Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción.
Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción. Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición.

En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.

La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido.

No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado

Foto obtenida en Internet.

viernes, 23 de octubre de 2009

TODO COMIENZA HOY...Pensamiento simiente, 23 de Octubre 2009

De Joaquín Tamames

El esfuerzo de cada uno de nosotros puede marcar la diferencia.

Con la mayor humildad, pero con perseverancia, hemos de ser conscientes de que el cambio en cada uno es el cambio colectivo al que aspiramos. Ello debe también darnos esperanza.

El esfuerzo por actuar con dignidad y coherencia llevará un día a que seamos dignos y coherentes sin ningún esfuerzo, porque será nuestro estado natural del ser.

Ese día podremos ser como el sol físico y espiritual, que distribuye energía sin cesar.

Todo comienza con nuestro esfuerzo hoy. Esta misma mañana. Seamos muy conscientes de ese potencial. Con humildad, pero también con convicción.



“Nuestro lema es: “Cuando tú cambias, el mundo cambia”. Siendo una persona mejor, el mundo puede ser mejor. Si perdemos la esperanza, perdemos todo. Cuando se confía en el corazón de las personas, se puede ver que otro mundo es posible y además que lo vamos a alcanzar.



El Sol supremo, imagen del físico, está iluminando constantemente en todas las direcciones. Es un donador constante. Su energía se mantiene por siempre igual. Es la fuente de energía más potente de todo el Universo. Aprenderemos un día a ser como el Sol.”
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Marta Matarín, entrevista con Fundación Ananta (octubre 2009
Foto: Flores de Melgaço. Autora Ana del Pozo Corbeira
¡BUEN FIN DE SEMANA!

jueves, 22 de octubre de 2009

¿RECUERDAS HIJA?


Cuando mi hija (la pródiga) comenzó a ir al colegio, tenía tres años, al poco ya cumplió los cuatro. Su maestra se llamaba Magi, una mujer maravillosa que adoraba a los niños y su trabajo. Debía tener mucha sensibilidad y paciencia, pues entre otras cosas, les enseñaba a las criaturitas de esa edad, versos y poemas.

A mi hija P.María, se le daba muy bien recitar, aún recuerdo como un día en la playa mientras jugaba con la arena, a sus cuatro añitos, la gente se la quedaba mirando, pues en perfecta entonación recitaba a Rosalía de Castro : " Adiós rios, adiós fontes, adiós regatos pequenos, adiós vista dos meus ollos non sei cando nos veremos..." ¡Increíble! Ni que decir tiene que a nosotros, sus papás, se nos caía la baba.

Magi, la maestra, les enseño un poema sobre las frutas que ella a su vez nos enseñó a nosotros, y cuántas veces al ver el frutero me viene a la cabeza:

Qué ricos, qué ricos son, el plátano, y el melocotón,
comer manzanas, me encanta, las peras que ricas son
y qué dulces las ciruelas, la sandía y el melón.

¿Recuerdas estas cosas hija? Yo siento, sentimos, tal y como tu padre te ha dicho hace poco, que te has olvidado de quien eres, de quienes somos nosotros... Así que trataré de vez en cuando de traer cosas aquí de tu vida junto a nosotros, para que recuerdes, para que sepas cuales son tus raíces, y entonces en verdad podremos darte las alas y volarás... Pues si no sabes de donde vienes, ¿cómo puedes saber a donde vas?

"Todo lo que viene a tu vida agradecelo y disfrútalo, pues tiene sentido y un porqué... y no preguntes, tan sólo acéptalo".


(Abuela Agnes, del Consejo de las 13 Abuelas)



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Esto que habéis leído lo escribí ayer tarde-noche, no lo publiqué, quería hacerlo esta mañana para no hacer dos publicaciones el mismo día.

Me suele ocurrir que si no publico al instante de escribir, luego casi nunca lo hago, ¿por qué? y yo qué sé... escribo tanto... Esta vez no iba a ser diferente, mientras me acostaba ya pensaba que quizás no lo publicase, al despertar por la mañana seguía con la duda, pero cuando abro mi correo electrónico, me encuentro con uno de mi querida Isabel. Sabréis que en mi vida hay tres "Isabeles" mujeres maravillosas que me han ayudado y aportado mucho, muchísimo... Una es doctora en medicina, otra, psicóloga y la otra abadesa de un convento de benedictinas, a las tres tengo mucho que agradecerles, a las tres las quiero y respeto pro fundamente. Pues bien, la Isabel que nos ocupa es una de ellas; en su correo me decía que se había acordado de mi al leer lo que me enviaba, que se acordaba por mi nuera, que está embarazada. Todo lo que ella me envía es hermoso y oportuno, me siento regalada a través de ella. Ella es el instrumento, Él, el que me da lo que necesito.

Lo que venía adjunto era un poema en prosa, en el que una mujer se dirigía a su hijo, expresándole cuanto significaba para ella. El autor es oriental, se llama Tagore y nació en Calcuta. Al leerlo me emocioné, las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, mientras algo me decía: publica, publica lo escrito y añade ésto, es el complemento perfecto.

El poema dice así:

"¿De dónde venía yo cuando tú me encontraste?", preguntó el niño a su madre.

Ella riendo y llorando, le respondió, apretándolo contra su pecho: "Tú estabas en mi corazón como su ansia, amor mío. Estabas con las muñecas de juguete de mi infancia; y cuando cada mañana hacía yo la imagen de mis dioses con barro, a ti te hacía y deshacía. Estabas en el altar con el Dios de nuestra casa, y al adorarlo a él te adoraba a ti. Estabas en todas mis esperanzas y en todos mis cariños. Tú has vivido en mi vida y en la vida de mi madre. Tú fuiste viviendo, siglo tras siglo, en el seno del espíritu inmortal que rige el hogar nuestro. Cuando yo era una muchacha y mi corazón abría sus hojas, y tú flotabas en fragancia a mi alrededor. Primer amor del cielo, hermano gemelo de la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y, al fin, te paraste en mi seno".

Además de a mi hija y a mi nuera, esto lo dedico a modo de homenaje a todas las madres, pero sobre todo, a los hijos e hijas. .. ¿Se han parado a pensar alguna vez que todos, todos, somos Hijos? No todos llegarán a ser padres-madres, pero... ¿hijos? ¡todos!

miércoles, 21 de octubre de 2009

IMPECABILIDAD, COHERENCIA... Pensamiento simiente 21 de Octubre 2009


De Joaquín Tamames, como cada mañana:

Es tiempo de compromiso. De trascender las pequeñas cosas. De responsabilidad.

Esta responsabilidad requiere una visión más panorámica, una mente más abierta.

La tensión adecuada es la del arco. Sin tensión la flecha no puede salir. Con excesiva tensión, la cuerda se rompe.

No se trata de destruir todo lo antiguo para empezar lo nuevo, de cambiar de trabajo o de personas. Se trata de allá donde estemos intentar ser impecables y coherentes.

La impecabilidad y la coherencia como objetivo, en todo momento y circunstancia. Lo demás vendrá por añadidura.

Esa impecabilidad es la que hará que emerja una nueva tierra.

Ese es el ejército silencioso que hace falta y del que podemos ser parte: el de los impecables, el de los coherentes. Los otros ejércitos destruyen. Nosotros debemos construir.



Estamos en un punto crucial de la evolución humana. Podemos emerger a una nueva tierra o retroceder. Depende de nosotros. La esperanza es confianza en el futuro que se afianza en la fe en nuestro presente. Asistimos a la emergencia de una nueva ciencia, de una nueva economía. Estamos en el umbral de tecnologías revolucionarias que cambiarán, no sólo nuestra economía, sino nuestras relaciones con la naturaleza. Tal vez tengamos menos megalópolis y más contacto con la tierra, el cielo, el agua pura y el paisaje. En todo caso, la tierra de nuestros hijos habrá de ser mejor, si nos lo proponemos entre todos hoy”.

Jorge Carvajal, entrevista con Fundación Ananta (junio 2008). Foto: Puesta de sol en Vigo, autora Ana del Pozo Corbeira


Para el alma...

jueves, 8 de octubre de 2009

VIVIR EN LA VERDAD O VIVIR EN LA MENTIRA... Pensamiento simiente 8 de Octubre 2009


Esta reflexión es de Joaquín Tamames, seguida del pensamiento simiente de hoy.

Hoy hablamos de la autenticidad.

Cada vez más gente quiere vivir una vida auténtica, conscientes de que cada vez que elegimos conveniencia en vez de coherencia hay daños colaterales:

La dignidad, la honestidad, la verdad..., daños colaterales: una vez y otra, hasta que finalmente perdemos la humanidad.

En este tiempo de crisis se están desenmascarando muchas cosas, entre ellas las grandes contradicciones entre el dicho y el hecho. Yo reclamo austeridad, pero procuro que mi pensión de retiro sea estratosférica, yo proclamo valores pero en las páginas de mi periódico hay anuncios de prostitución, yo reclamo diálogo pero cuando me dirijo al otro le insulto... El cinismo está por todos lados y por eso las costuras se rompen: más bien estallan.

Esta divergencia entre lo que digo y lo que hago enferma primero mi estructura vital y luego la de la sociedad. Todos somos responsables, cada uno en nuestra pequeña o gran medida.

Cada uno hemos de barrer nuestra casa, limpiar el jardín interior, limpiar el corazón.

Los que lo hagan vivirán en otro plano: el de la autenticidad.

Los que no lo hagan seguirán viviendo en la mentira. Revolcados en el barro.

Tenemos que elegir. Y tenemos que elegir ya.



“Los humanos tienen la costumbre de responder al mal con el mal, al odio con el odio, y a la violencia con la violencia, pero esta vieja filosofía no puede dar buenos resultados. Es con el bien como nos oponemos al mal, es con el amor como eliminamos el odio, y es con la dulzura como se combate la violencia.

Si el mal termina siendo vencido es porque Dios le ha negado la inmortalidad. Toda palabra, todo acto de odio puede ser comparado a una piedra echada al aire: cuanto más tiempo transcurre, menor fuerza tiene para elevarse. Al contrario, una buena palabra, un acto de bondad puede ser comparado a una piedra que se echara desde lo alto de una torre: con el tiempo su movimiento y su poder se aceleran. Éste es el secreto del bien: es débil al principio, pero todopoderoso al final. El mal por el contrario es todopoderoso al principio, pero cada vez se va debilitando
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Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos
http://www.fundacionananta.org/
(Foto: Maqueta en barro, curso talla y escultura 2008. María)

martes, 6 de octubre de 2009

¡ES UNA NIÑA!


Como decía en el anterior post, a lo largo de mi vida, la música, las canciones, han brotado de mis labios procedentes de mi interior a veces de una manera inconsciente, revelando mi sentir.

Hace unos días, la voz de mi hijo a través del teléfono me dijo: "es niña" . Yo, en mi despiste habitual digo ¿quien?

¿Quien va a ser mamá?

¿Tu hija? pregunté.

Pues claro mamá! acabamos de salir del ginecólogo y nos lo ha confirmado.

Bueno, qué puedo decir, por supuesto que la alegría sería la misma si la voz de mi hijo hubiese dicho:"es niño", pero... es niña, mi niña, mi nieta, mi nueva nietita...ahora ya comenzaba a tener identidad... es una niña... ¡ya es alguien!

Le di la enhorabuena, salté, lloré de alegría, abracé a mi marido, el abuelo, volví a saltar, es niña, es una nena, una nena... jajajajajajaja, mi corazón rebosaba alegría.

Y sucedió que de manera inconsciente, como siempre, comencé a canturrear: " Na, na, na, nanaaaaa, na, na, nanaaaaaa, Mariquilla bonita graciosa chiquita tienes mi quereeeeeer, yo te doy mi vida, mi alma, mi sangre y todito mi seeeeer, y te canto bajito lo que te quiero, cuanto te adoro, tú eres mi bieeeeeen! Toda la mañana, todo el día, cada vez que estaba absorta en mis quehaceres, ¡zas! la cancioncita, "Marquita bonita, graciosa chiquita"..... y así desde ese día, cada vez que pienso en ella, me sale esa canción.

Por supuesto que así no se llamará, todavía sus papás están barajando diferentes nombres, todos ellos preciosos, pero en mi corazón, será siempre esa "mariquilla bonita" que acudió a mi después que su papá me la presentara: "es una niña".

Antes de que mis hijos nacieran ya les cantaba, luego de nacidos, les cantaba nanas y todas las canciones infantiles que conocía, disfrutaba, disfrutaba mucho haciéndolo...

Cuando Daniel, nuestro pequeño hijo de acogida, vino a nuestra familia, también le cantaba mucho, cómo le gustaba... le relajaba de un modo increíble. Hay un par de canciones, que le gustaban especialmente, y estoy convencida de que cada vez que las oiga a lo largo de su vida, algo resonará en su interior que automáticamente, lo pondrá en contacto con mi corazón, quizás no con mi cara, seguro, pero si con mi corazón, eso no lo dudo. Es algo entre él y yo, nada más. Sé que nadie se las cantará, no pueden, no son las típicas canciones infantiles, son adaptaciones personales de canciones populares, un lenguaje personalizado... Desde que se fue, le canto a través de mi corazón, cada vez que lo siento cerca, porque lo siento, lo sigo sintiendo... y lo hago porque sé que lo necesita, que le calma.

Antes de que Jimena, mi nieta mayor naciera, también acudió a mi para que le cantase... y lo hice, y lo hago cada vez que acude a mi corazón... porque acude.

Y ahora con mi pequeña que está en camino, igualmente ¿no os parece mágico? A mi me encanta esta faceta de cantarina de corazón a corazón... Cuando desde ahí, desde el corazón, desde mi alma, canto a mis pequeños, derramo todo mi amor sobre ellos, y siento como ese amor los envuelve, como un manto que los abriga, nutre y protege...

Pues eso, como desde esa mañana no ceso de canturrear la susodicha canción, y no tenia ni idea de cual era su título ni quien la cantaba (me sucede muy amenudo), acudí a mi marido, él lo sabe todo sobre música, o casi todo, es un apasionado, además de tener un cerebro prodigioso para recordar los títulos... siempre el mismo ritual:

Jose... ¿quién cantaba esta canción?

No sé, dice casi siempre.

Si, hombre, escucha! y yo comienzo a canturrear...

Eso hice esta mañana, y de repente le oigo decir: "Es de José Luis y su guitarra" ¿quien? pregunté; de José Luis y su guitarra, repitió. Juraría que jamas había oído hablar de ese hombre... pero entré al You Tube y ¡aquí está! Este marido mio es un fenómeno y me siento agradecida por ello...
Pues nada, aquí estamos compartiéndonos gozosas, la canción y yo.


(Foto: Escultura en piedra de la Casa de Aldán- Verano 2009)

sábado, 3 de octubre de 2009

¿Musicoterapia?



Cuando era pequeña, muy pequeña, y por alguna razón me sentía mal, y con ganas de llorar, recuerdo que cogía un trapo, me subía a una banqueta, y en el lavadero que había en casa, en la ventana de la cocina, me ponía a lavar y a cantar, casi gritar diría yo, mientras alguna que otra lágrima discurría por mis mejillas:"ay ay ay ayyyyyyyyyy, canta y no lloooores" hasta que con el ímpetu que ponía en el asunto del lavado y cantado gritado... desahogaba mis penas y dejaba paso a la alegría.

Esta es la canción que yo cantaba por aquel entonces; ahora la canto cuando estoy alegre, y me río mucho recordando aquellos episodios infantiles. Mira que golpeaba con fuerza el trapo contra la piedra de lavar... terapia, purita autoterapia.

No sé si se deberá a aquellos momentos, pero soy muy cantarina, a menudo me descubro canturreando mientras hago las labores del hogar, o caminando por la calle, y hace ya algún tiempo que me he dado cuenta de que lo que canto de un modo inconsciente, manifiesta lo que siento en mi interior, y que muchas cosas, muchas, me son reveladas por ese medio.

Feliz Domingo, y cantad, cantemos siempre para que los corazones estén alegres.

viernes, 2 de octubre de 2009

"Cada mañana empieza el día con una lista, haciendo una lista, de todo aquello que tienes que agradecer; todo aquello que ya está como una bendición en ti y que agradeces. Y así, empiezas el el día satisfecho contigo mismo y en paz con el Creador".
(Palabras de Jayanti Kirpalani en el IV Contigo somos + Paz celebrado en Barcelona). Ver vídeo.


" No hay nada más sagrado que el amor y la risa,
y no hay mayor plegaria que el jugar".
(Osho)

" En la respiración hay dos mercedes,
una inspirar, la otra soltar el aire,
aquélla colma, ésta refresca
es la combinación maravillosa de la vida".
(Goethe)



"Tu alma es una fuente de poder infinito.
Puedes expandir ese poder desde tu interior
e iluminar las vidas ajenas, confiriéndoles
bienestar y comprensión".
(Paramahansa Yogananda)



"Tus padres te dieron la vida una vez,
pero otro nacimiento te está esperando.
Depende de ti. Necesitas engendrarte a ti mismo".
(Osho)


Feliz fin de semana.




Fotos de Ana del Pozo Corbeira.